Si bien es cierto que el aceite de oliva virgen extra es uno de los ingredientes más valorados en la dieta mediterránea, existen muchos otros tipos de aceite de oliva. A continuación, os mostramos las características y diferencias de los tipos de aceite de oliva existentes:
Se trata del tipo de aceite de oliva más valorado por excelencia. Se obtiene de aceitunas seleccionadas de la mejor calidad, mediante un proceso mecánico y prensadas en frío. De esta forma, se logran mantener todos los componentes naturales del aceite, siendo así el más puro, con mayor calidad y el más beneficioso para la salud.
Tiene un grado de acidez menor a 0,8º, y se caracteriza por ser un zumo de aceituna con un sabor y aroma fresco y frutal. Es rico en antioxidantes y ácidos grasos monoinsaturados, que ayudan a reducir el colesterol malo en la sangre. Este tipo de aceite suele emplearse en crudo, combinando platos fríos o ensaladas.
Es uno de los tipos de aceite de oliva más comunes. Se extrae del segundo prensado de aceitunas de menor calidad. Y al ser menos riguroso su proceso de extracción, este aceite es de menor calidad y pierde cierto sabor. Su sabor y aroma es menos intenso que el virgen extra. No obstante, sigue siendo un aceite saludable que se utiliza tanto en platos fríos como en calientes.
Su grado de acidez es mayor, pudiendo llegar al 2%, lo que hace que sea más propenso a la oxidación y a que se ponga rancio. No obstante, todos sus nutrientes se mantienen, preservando así su poder antioxidante y antiinflamatorio. Y a pesar de contar con un sabor y aroma menos intenso que el virgen extra, este aceite sigue siendo saludable, utilizándose especialmente para cocinar a fuego medio y bajo.
Se consigue sometiendo al aceite a un proceso de refinado, del cual se obtiene un líquido insípido e inoloro, que posteriormente es mezclado con AOVE. Dependiendo de cuánta cantidad se use de AOVE, será un aceite más intenso (gran cantidad de AOVE) o más suave (poca cantidad de AOVE).
Su resultado es un aceite apto para el consumo, pero con menos propiedades que el aceite de oliva virgen o virgen extra. Este aceite suele emplearse para adobos, salteados o revueltos.
Es un tipo de aceite procesado que se obtiene mediante un proceso de refinación que implica el uso de productos químicos y altas temperaturas para corregir sus defectos. Suele utilizarse en la industria alimentaria con el nombre de “puro”, “ligero” o “en seco”, por lo que rara vez se leerá el nombre “refinado” en la etiqueta.
Su grado de acidez es más elevado, es por ello que son sometidos a un proceso de refinamiento para corregir su alta acidez. Y es durante este proceso donde el aceite pierde su color característico, así como su olor y sabor, y parte de su valor nutricional.
Se trata de un tipo de aceite de oliva virgen de baja calidad que no cumple con los estándares de sabor y aroma para su consumo directo. Actualmente suele utilizarse como materia prima para la elaboración de aceite de oliva refinado, ya que su baja calidad no lo hace apto para su consumo directo. Antiguamente, este aceite se utilizaba para la iluminación de lámparas (de ahí su nombre).
Este tipo de aceite cuenta con una elevada acidez que puede llegar al 3,3%, haciendo que tenga defectos en su sabor y aroma, pudiendo ser su sabor rancio o avinagrado.
Al contrario que el resto de aceites que provienen de una mezcla de aceitunas, el aceite monovarietal se elabora a partir de una única variedad. Por ello, su sabor y aroma es único, y sus características pueden variar en función del tipo de aceituna que se utilice para su elaboración.
Este tipo de aceite suele emplearse especialmente en platos de alta cocina, siendo valorado por muchos expertos por su excepcionalidad de sabor debido a las características únicas que posee cada variedad de aceituna.
Conoce la diferencia de sabores entre el aceite de oliva tradicional y el virgen extra, y las características de cada uno de ellos.
¿Son tan iguales el olivo y el acebuche como parecen? Descubre aquí sus diferencias.