Uno de los aceites más usados a nivel mundial es el aceite de oliva. No obstante, no todos los aceites de oliva son iguales. Por ello, es esencial conocer las cualidades de cada uno de ellos para escoger el aceite adecuado:
Se trata de un aceite obtenido mediante la mezcla de aceite de oliva virgen extra y aceite refinado. Para conseguirlo, se extrae químicamente el aceite de las aceitunas y, posteriormente, se somete a un proceso de refinado para eliminar los sabores y olores no deseados. De todo este proceso, se obtiene un aceite con menos sabor y propiedades que el aceite de oliva virgen extra.
El resultado de este proceso es un aceite menos intenso, con menos sabor y propiedades que el virgen extra. Este aceite suele emplearse para adobos, salteados o revueltos, pues su sabor es más suave y neutro.
Se trata del aceite más valorado por excelencia, obtenido de aceitunas seleccionadas de la mejor calidad, mediante un proceso mecánico y prensadas en frío. De esta forma, se logran mantener todos sus componentes y propiedades naturales, como ácidos grasos saludables y antioxidantes, ayudando así a mantener una buena salud cardiovascular y prevenir enfermedades crónicas.
Gracias al riguroso proceso del AOVE, este aceite tiene más sabor e intensidad, con un aroma afrutado más acentuado. Este aceite suele emplearse en crudo, y es perfecto para combinarlo con platos fríos o ensaladas.
Si todavía tienes dudas sobre qué diferencia cada tipo de aceite de oliva, ¡no dudes más! Aquí te lo contamos.
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